¿Cómo reconocer el destino?

En el camino, hemos dejado todo, tanto que pensamos en el recuerdo. Ese que nos hace latir la memoria, de vez en cuando para saber que aún no hemos avanzado lo suficiente para olvidar. Pero, tenemos en las manos la energía, nuestra oportunidad y nos hemos perdido cuando creímos que habíamos ganado, ante ciertas caídas.

Solo somos seres humanos. A lo largo de mi vida he aprendido que los golpes vienen de seres cercanos y pueden ser por la derecha, por la izquierda e incluso por haber sido independiente.

La burla en la caída siempre será la misma. Te quieren… ver ahí, abajo, siempre cayendo, callando, como si no existiera la posibilidad de levantarte.

Pero cuando peleas y subsistes no te das cuenta que alguien ya ha te has levantado, con en alto las manos, celebrando tu persistencia.

Es el ojo del huracán de KO.

Así me encontré en casa con mi hermana esta tarde-noche sanadora. Pensando, recapitulando, filosofando acerca de nuestro hoy. Y lo más glorioso fue que no resolvimos nada. Sino reencontrarnos.

¿Qué es el destino sino una serie de desatinos para verse a través del tiempo? El dinero, la estabilidad, una mejor nación, todo se pierde, es como esas falsas alegrías de las vacaciones de las que veo de algunos que se evaden de su realidad.

Pero lo que en verdad importa es para qué existes, por qué vives y por qué vas a pelear hasta el final.

Hablar, con una persona tan cercana, con Honestidad Brutal, siempre será un milagro.

Gracias Niga Joe.