viernes, abril 22, 2005

Más allá del vacío


Intento comunicarme con Javy a su celular, lo hago por medio de la secretaria de la redacción quien al hacerme el enlace me informa que el aparato envía al buzón de voz.
A los cinco minutos intento nuevamente de establecer contacto. Es inútil. Me veo obligado a utilizar la herramienta para señalarle el punto donde nos observaremos al termino de la jornada.
Por la tarde Javy me llama por teléfono, demasiado tarde, porque el asunto era ir a almorzar y ya pasaban de las dos de la tarde, se lo comento y entristece un poco pero luego asiente y quedamos de vernos en la oficina.
Al regreso de la calle, cuando coincidimos en el pasillo que separa nuestros cubículos, me señala que le dejé dos mensajes, el primero de ellos demasiado extenso.
Me extraña su aseveración ya que recuerdo sólo haber utilizado el buzón una vez, sin embargo él sostiene que los dos mensajes estaban allí.
"El primero ?narra- era sólo silencio, era como estar dentro de la nada, en el vacío, lo peor es que no podía borrarlo, el mensaje tiene que ser escuchado para poder acceder a la opción de eliminar. Así me quedé un rato, hasta que luego de cinco minutos pude escuchar tu mensaje".
Me quedé reflexionando sobre esa estática que me refirió mi gran carnalazo, ese vacío del que hablaba en manera metafórica encajaba a la perfección con el estado de ánimo que comenzó a apoderarse de mí durante parte de la mañana y que fue en aumento a las primeras horas de la tarde.
"Everything is not all, at all" frases sin sentido comenzaron a llenarme la cabeza, a generar aún esa oquedad que me provoca la depresión a ciertas horas de la tarde. Absorto en mi malviaje me conduje por las calles tratando de dar respuesta a mi silencio.
Huí para no asentir ante el cansancio y la vida sedentaria, pero terminé viéndome al espejo, como si existiera de verdad, con una musa a un lado ausente de mi pletórico de la nada, abrasándome para entender que en efecto, estoy perdiendo el alma tratando de encontrarla.
(De Obregón)

lunes, abril 18, 2005

Ese hermoso suplicio llamado cajeros


Yo pensé que no había cosa más patética en la actualidad que acudir a un cajero. Bueno voy por partes.
Ir al cajero automático no es tan malo si consideramos que allí encontramos el billete que nos hace movernos en la semana pero lo que si enfada, es hacer fila para realizar operaciones en un aparato de esta naturaleza.
No sé si el problema solamente se dé en esta ciudad, donde diariamente se emplean y desemplean cientos de personas, debido a que es un lugar donde la facilidad de encontrar trabajo permite una cierta inestabilidad de la que las mismas empresas se ven beneficiadas.
Esto si tomamos en cuenta que mientras menos dure un trabajador, menos se va a ver obligada la industria en pagarle derechos y o prestaciones y ya no se diga una liquidación justa.
Pues bien, el problema de acudir a los cajeros y hacer filas que más que largas son demasiado lentas en su avance, creo que reside en que muchas de las personas que acuden a estos sitios son operadores de producción, obreros e incluso gente que jamás en su vida ha tenido 'dinero plástico' y al utilizar este implemento, simplemente lucen patéticos.
Seguro y ya por allí alguien pensará que mi visión es clasista y hasta cierto punto, fascista, pero ¡qué putas!, la realidad es esa y muchas de estas personas a mi parecer deberían de seguirles pagando con moneda corriente y no obligarlos a atormentarse hasta este tipo de aparato mientras nos hacen perder el tiempo.
Es dramático observar como tras aplicar de forma insistente y erronea las indicaciones que claramente aparecen en el monitor, los neófitos del uso de este articulo de cobro terminan saliendo echando pestes o con cara de preocupación porque terminan bloqueando su número.
No han sido pocas las veces que me he visto tentado a patear las puertas de los cajeros, pero en el último de los casos, he preferido abandonar y esperar una mejor oportunidad para realizar mi operación, aunque esto me cueste tener que ?sablear? el almuerzo a algún compañero y tener que verme obligado a pagar el gesto invitando la comida.

Yo pensé que no había algo peor que acudir a los cajeros...
...Hasta que el sistema automatizado de pago apareció en la Comisión Federal de Electricidad.
Si han tenido oportunidad de acudir recientemente a ejecutar sus pagos, sabrán de lo que hablo, si no, ahí les va: Entras a las instalaciones de la CFE, te formas en una larga fila, no tienes las mínima idea de por que ha crecido tanto ya que ni siquiera se trata de un día de corte, de hecho por eso acudes, para evitar largas filas, pero bueno, ya estás ahí.
La fila avanza demasiado lento, tanto que prefieres guardar el libro que utilizas comúnmente para casos de emergencia, tampoco te divierte observar los traseros y las tetas de las mujeres e incluso, tratar de crear mentalmente cuerpos perfectos con las partes de las féminas presentes, sólo quieres que todo termine pronto.
Por fin logras entrar a la recta final, te das cuenta que no hay un ser humano que te atienda, ni siquiera en las dos mesitas en donde más que atención al cliente, los cubículos parecen de asistencia psicológica.
El pedo, es que adentro hay no una, sino dos filas, una de ellas, la más lenta es para realizar el pago en el cajero automático ?únicamente estaba encendido uno de los 6 aparatos-.
La otra línea es a donde van cayendo dos tipos de personas, aquellos que se dieron por vencidos y no pudieron utilizar el nuevo implemento y dos, los que en efecto, vencieron al demonio de la tecnología pero, el bendito pero, la méndiga máquina terminó tragándose su cambio.
Por fortuna la fila el flujo de la fila mejoró, realice mi pago sin dificultad y pude salir victorioso, pero me quedó un cierto vacío, una nostalgia al trato prepotente y malacariento de las antiguas cajeras, de los funcionarios de lente oscuro y profuso olor a tabaco, impregnado en sus trajes pasados de moda.
La modernidad nos alcanza y con ello el silencio y la deshumanización de nuestros actos.

lunes, abril 11, 2005

Lunes,9:26 am, litro y medio de agua en la panza, un cigarrillo, un ejecutado, mente en blanco, cansancio de años, cero varo en los bolsillos, la semana apenas comienza...

jueves, abril 07, 2005

Lo que es amar desaforadamente


Ante el inminente desafuero del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, se espera que diversos grupos de apoyo localizados en las principales ciudades del país inicien una resistencia civil pacifica en medida de protesta por la decisión que habrá de tomar el Congreso de la Unión.
Desde ayer por la noche, algunas personas en Ciudad Juárez decidieron comenzar estas manifestaciones de apoyo al aspirante a la presidencia de la República.
Entre estas acciones destacaron la toma del puente internacional Zaragoza, donde aproximadamente 15 personas alzaban pancartas con la imagen del político tabasqueño mientras que gritaban consignas en contra del movimiento al que califican como complot dirigido al líder de extracción perredista.
Sin embargo, una situación que me llamó particularmente la atención es que varias personas me llamaron a mi extensión telefónica para comentarme que un hombre que se hacía llamar Antonio Flores Schroeder también había tomado por iniciativa propia un puente... peatonal.
Exacerbado por la circunstancia que ahora enfrenta el político, Flores Schroeder se encadenó al extremo de la entrada al cruce que permite el paso peatonal frente al centro comercial Plaza Juárez Mall, la noche de este martes aproximadamente a las 21:30 horas.
Dicen que durante el tiempo que permaneció impidiendo el paso a los transeúntes, Antonio Flores gritó sentencias contra el sistema político mexicano, especialmente dirigidas contra el desafuero, las acciones emprendidas por el grupo caza migrantes "Minute Man Project" y contra contra el asesinato impune de cientos de millones de hormigas.
Con profusas lágrimas y todavía conmovido por la muerte del Sumo Pontífice Juan Pablo II, Flores Schroeder repartió cerca de 80 volantes en los que se leía claramente "No al desafuero, si a la canonización del Papa".
La interrupción en el paso peatonal causó la molestia de media docena de señoras gordas que visiblemente cansadas, pusieron en el piso sus bolsos de mandado haciéndole saber con un lenguaje florido que era poco el tiempo que podrían esperar para hacerlo que permitiera el cruce.
Con lo que no contaba el fiel seguidor del pejelagarto, es que las féminas procedían con una carga bastante considerable de artículos recién comprados en el súper. Recordemos que los martes son ya toda una tradición de ofertas en el departamento de frutas y verduras.
Al verse acosado por las amas de casa, dicen que Flores Schroeder intentó desencadenarse, pero ante su desesperación lo único que logró hacer fue quebrar la llave y empeorar su situación.
Fue entonces cuando una lluvia de tomates, coles, papayas, aguacates y demás productos de la madre naturaleza se impactaron en su ser.
Apabullado y semi inconsciente, Antonio fue arrancado del barandal del puente por varias señoras cuyos brazos trabajados en el lavado de ropa ajena serían la envidia de cualquier físico culturista.
El cuerpo de Antonio Flores fue encontrado esta mañana en un terreno aledaño al centro comercial, según los reportes médicos, las heridas que presentaban no eran de consideración, no siendo así su sistema digestivo ya que dicen que presentaba un cuadro severo de congestión estomacal, producto de la ingesta excesiva de frutas y verduras.

Seguiremos informando...

A desempolvar tacuches



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viernes, abril 01, 2005

Su Santidad el Rating


Está bien, está bien, entiendo que el mundo pasa por un momento difícil, su principal líder espiritual agoniza y su deceso es inminente.
Lo sé, lo sé, momentáneamente millones de fieles se quedarán en la orfandad.
Hay tristeza, lágrimas en todos los rincones del mundo que se suman a este torrente de desesperanza, lo entiendo.
Pero durante todo el chingado día en los monitores de la redacción, en las pantallas de 13 y 21 pulgadas, vía cable, televisión mundial, nacional e incluso local se han abocado a hacer reflexiones, biografías, anecdotarios, comentarios, expresiones, verborreas sobre la vida y obra del Sumo Pontífice de la religión Católica, Apostólica y Romana y de verdad os digo hermanos míos: ¡ya me tienen hasta la madre pinche bola de hipocritas!

Chingado, lo que se hace por vender, me cae de amadre que al próximo Papa le voy a enviar una carta para que instituyan un nuevo pecado: ganar el rating en los medios de comunicación.

Ni modo, yo que había prometido no escuchar a Andrés Calamaro en horas de trabajo, me veo obligado por las circunstancias a sacar mis audifonos y sin más alternativa que sintonizar Su Radio Salmón Vaticano.

God bless you all.