miércoles, junio 20, 2012


AMLO en Juárez



A manera de prólogo
Crecí en una generación sin respeto. Por ende nadie nos respetaba. No teníamos nombre, ni número. No había internet. Éramos la generación perdida. De los ochenta, nos dicen. Pero aprendimos a leer, a tomar las herramientas. Hablábamos entre nosotros, los locos… que nos volvimos cuerdos, esos que soñábamos, nos hicimos adultos, de repente.

El mitotero que soy
Ocurrió que fui a un mitin sin generación, edad, ni cuerpo. Apolítico. Tenía que ir, porque a diferencia de otros, me hablaban de un Mesías.
Yo, que soy un hombre de poca fe, tenía qué verlo.  Llegué entonces a la avenida 16 sin expectativas, sin valores comunes, sin nada.
Y no lo vi, sólo estaba un hombre ante otros, tratando de luchar por lo que dice creer, un nuevo quijote. La ficción comenzó a tener realidad.
No tenía valor de creer, lo admito. Con el embuste conocido,  frente a mí había alguien, con tanto dolor detrás,  con tanta parafernalia similar a lo siempre visto  no podía sentir.
Le pregunto su nombre y me dice: Andrea, José, Gibrán, Martha Elena, Roberto, Julia, etc., etc. Y entonces me di la vuelta.
Llegó AMLO - y dijo palabras que no me generaban odio, pero tampoco amor-, lo AMOROSO, nunca se me ha dado. Lo escuchaba atento, y al hablar, vi, la reacción de hombres, niños, muchas mujeres, una masa, creyendo y me di la vuelta, al norte, no hacia él, al norte. Quería huir.
Cuando creemos en nosotros y nos vemos solitarios, ocurre la valentía. Cuando solos nos sabemos y vamos, nos dicen locos. Esta mañana, amigos, fue la nave de los locos.
Hablaba él, el candidato. De un día laboral, uno común, de emociones simples (Cerati, por si quieren joder por ese lado),  pero con sacrificio ahí estuvieron, estuvimos. Mi padre me reclamaba mi presencia, yo quería escuchar a AMLO.
Hubo cambios, para bien y para mal, pa’ la chinga de AMLO, pero me quedo, de todo su discurso, con el mensaje que dio al pueblo, más allá de las propuestas: Eres PRI, PAN o PRD, eres pueblo, no ataquen a los que no son de su partido, a ellos les puede la inseguridad, la muerte, el desempleo, la injusticia, pero entiendan, somos iguales, no nos confrontemos, ellos ganarán si nos ven pelear entre nosotros.
Parafraseo. Pero AMLO, si lo ven en mitin, se los puede aclarar, es otro pedo.

Yo soy su falso mesías
Me pidieron que les dijera qué dijo, me exigieron que definiera una postura política. Me cuestionaron incluso,  la realidad que no puedo cambiar, pero les respondo -y en este punto, no faltará quién diga que aún no he dicho nada, espero que con el tiempo lean entre líneas, por si este paréntesis no sirve…()- No.
¿Quieren un nuevo México? Ese México se llama Andrés, Enrique, Josefina o Gabriel? Elijan.
Voy a seguir escribiendo, Dios me condenó a hacerlo, no lo hizo para que dejaran de creer en Él. Y de todos los que viven o añoran Burritoland, we are still on the road, como las fuentes de Bellagio pues.


viernes, mayo 11, 2012

poema


Los que atestiguan tras el espejo



Un lugar es una nuez partida
allí reside el hombre y sus residuos
anda sobre una cáscara de luna
para decidir la órbita que todo cambia
entre un camino de nieve y un bosque ardiendo
o permanecer siempre en si mismo
y hay magia –que digas no-
piénsalo, es resurgir
no somos hechiceros
ni magos
ni tan cuerdos,
somos reales
nos escuchas
lo sabemos.

viernes, abril 06, 2012


Crucifican a Jesús en San Lorenzo, resucita dicen testigos


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Un hombre que presentaba severos signos de tortura identificado como Jesucristo, fue asesinado este mediodía en el estacionamiento del templo de San Lorenzo, ataque del que según testigos, logró resucitar al tercer día.
Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 12 horas en costado izquierdo del santuario, donde centenas de feligreses se congregaron para vivir el viacrucis, donde la particularidad fue que se realizó en un espacio de diez por veinte metros delimitados por una cinta roja para salvaguardar una escena del crimen.
En el sitio se dieron cita tanto personas de la tercera edad, como enfermos apoyados por sillas de ruedas, bastones y andadores, así como niños, quienes al observar las escenas santas, recordaban también las miles de asesinatos que han ocurrido en la ciudad en los años recientes.
La escena del crimen, que no es otra cosa que la representación de la muerte del Mesías y su posterior resurrección estuvo a cargo del grupo de confirmaciones de San Lorenzo y la personificación de Jesús quedó en manos del joven Carlos Valenzuela, de 19 años de edad.
Sin embargo y pese a saber que en el espacio delimitado con cinta utilizada por la policía no es otra cosa más que una dramatización, Miguel Mejía Meza, de 10 años de edad, quien acompañado de su abuelo, Aurelio, de 65, no da crédito a los golpes y agresiones verbales a las que el Cristo fue víctima y por tal razón no puede contener su llanto al verlo tendido en la cruz.
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El pequeño Miguel, es un estudiante del cuarto grado en la escuela primaria en El Paso, ciudad donde todos los domingos acude a sus clases de catecismo y a misa en la iglesia San Pedro y San Pablo.
Minutos antes de que Jesús fuera crucificado y muerto en la cruz, ante un centenar de personas, de manera sencilla aunque no por eso menos cruda, las estaciones del viacrucis fueron representándose con un mensaje contextualizado a la situación de inseguridad que actualmente se vive no sólo en Juárez, sino en el país en general, explicó el padre Alfredo Abdo Rohana, párroco del Santuario de San Lorenzo.
A través de 14 estaciones en las que se daba cuenta de lo que fue el camino tortuoso que siguió Jesús hasta alcanzar el Monte Calvario, en los pasajes se fueron haciendo reflexiones relativas a la violencia en las calles, la necesidades primordiales de los juarenses, los prisioneros políticos o injustamente encarcelados, la opresión social, la falta de valores, entre otros temas. 
"Más que como si nosotros siguiéramos a Cristo, pareciera que Cristo nos sigue a nosotros y a través de las situaciones fuertes como las que vivimos se nos manifiesta y nos dice que está aquí para sanarnos", comentó.
Entre las peticiones hechas al cielo, los narradores dieron cuenta del derramamiento innecesario de sangre en las calles, del abuso de los cuerpos policiacos, de la tortura, del homicidio y de las fosas clandestinas.
En una de las escenas, Verónica, una de las mujeres que acompaña la procesión, rompe el cerco de seguridad y limpia el rostro de Jesús, quien se encuentra tirado en el piso, envilecido a golpes e injurias de los guardias imperiales romanos.
"Todos nosotros tenemos que ser hoy como Verónica, que rompió el cordón policial y se aproximo a limpiar el rostro ensangrentado de Jesús" se escucha decir por parte de uno de los narradores en el audio local.
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Ante los ojos de Miguel Ángel el mensaje de dolor queda claro, "Jesús, como muchos otros, no debería morir", dice mientras trata de contener las lágrimas y ve cómo Cristo es crucificado y muere, con su mano aprieta el brazo de su abuelo quien infructuosamente trata de consolarlo. 
En la representación, mientras Jesús vive su pasión y muerte se pidió por el dolor de la gente que trabaja diariamente y a la par de enfrentar problemas económicos, tiene que sufrir los estragos de la violencia en las calles, donde en ocasiones, transitar, vivir, se puede convertir, cuando la fe está ausente, en un viacrucis individual.
"Con el corazón lleno de tristeza, te pedimos por los torturados y sus torturadores, ambos son nuestros hermanos, Señor, reconcilíados y rehabilítados", oró el sacerdote. 
Mientras el acto religioso llega a su fin, Miguel Ángel seca su llanto y observa como Jesús sale de la fosa mortuoria vivo, eterno y asegura la salvación de los hombres a través de la fe. 
"Nos salvó una vez más", asevera satisfecho mientras avanza con su abuelo y se pierde entre los pasos de la multitud buscando su regreso a casa.
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lunes, marzo 05, 2012



Algo extraño ocurre cuando hablo. La gente piensa que estoy loco o al menos esa cara me pone. Me parece inverosímil, porque las mismas palabras que a veces escribo tienen mucha más fuerza al momento de ser leídas, pero generan cierta desconfianza al ser expuestas.
He mostrado documentos en los que el interlocutor al leer, se genera cierta confianza al tener el sustento de un texto, pero no sabe que el autor es el mismo que le está exponiendo lo contrario. Juegos divertidos y raros, ésos, los de la mente del otro.
***
Escribo con los ojos cerrados, en parte como ejercicio, en parte por el ardor que tengo derivad de la conjuntivitis, este ejercicio aunque placentero, me tiene un poco alterado, el hecho de que pueda escribir sin errores en la computadora me está alterando un poco. A veces no estamos preparados para ciertas cosas, como hacer las cosas bien, así, sin cometer errores.
Nos cuesta más aceptar un error, que reconocer que no los hicimos, por difícil que parezca, así es.
***
¿Por qué siempre ponen el papel para secarse las manos a una altura que lo único que provoca es que las gotas escurran hasta los codos?
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¿Y si llega un momento en el que la humanidad no necesite defenderse de sí misma? ¿Qué va a pasar? ¿Se imaginan cómo será al día siguiente?
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¿Qué querrá decirme Eurípides que se me aparece como Orestes a estas horas?
“No es mi apariencia, sino que son mis acciones las que me atormentan”, grita desde lejos como el viento, como ese sonido que algunos aseveran son las trompetas del apocalipsis y yo hasta ayer las consideraba el sonido del tren a lo lejos.

miércoles, febrero 08, 2012


Entre las olas del naufragio


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Después de muchos meses de trabajar en solitario, vuelvo por nueva cuenta a una redacción. Un espacio conocido lleno de recuerdos y de gente amiga, de nuevos talentos y de ímpetus renovados ante la adversidad que representa ejercer el periodismo en una ciudad como Burritoland.
Me abro por nueva cuenta a la posibilidad de vivir en el anonimato, de entender la vida entre las historias de mi tierra, esta que no me vio nacer pero a la que amo como si fuera mi lugar de origen. Enciendo las luces en este laberinto de frases y retomo fuerzas entretejiendo mis ideas con lecturas de Sartre, Guevara y la vida en Finlandia, la verdad que a  pocos importa, aun y cuando el verdadero momento de la expresión se construye cada mañana, cuando abandono el hogar y me apeo rumbo al trabajo.
Esta posibilidad laboral me ha abierto las puertas para tener un ingreso seguro y dejar de lado los miedos para completar los gastos, sin embargo, el desgaste emocional que me aconteció durante los últimos cuatro años, desde que inició la guerra, ha comenzado a generar síntomas en mi salud.
Aunque la supuesta tranquilidad generada por la estabilización económica debería tenerme de mejor talante, también es cierto que la falta de adrenalina, me ha descompensado y he tenido episodios de ansiedad innecesarios, algo de claustrofobia y mucho de análisis y contradicciones entre mis palabras audibles y pensamientos.
Escribir debería ser un ejercicio dialéctico en el que la intuición debería ir siempre de la mano de la inteligencia, pero en ocasiones parece que estas son fuerzas opuestas que se atraen y se repelen a la vez, hablo de escribir y hablar a partir de una situación concreta como lo es la violencia en las calles. 
Como periodista, el esfuerzo no es doble, sino múltiple, porque allende de representar las historias lo más posible apegadas a la realidad, el redactor tiene que luchar no sólo con la conciencia misma, sino con el engaño permanente de sus miedos, debe entenderse como otro relator de las formas del infierno, atenderse como un pasajero más del desencanto.
 Estoy reconstruyéndome a cada día. Cada minuto que pasa siento como mis palabras se fortalecen y representan esta nueva etapa de mi existir. No sé hacia dónde lleva esta balsa después del naufragio, pero sé que voy a tierra firme, algo bueno siempre espera, aunque no lo creamos, a veces debemos confíar en la deriva.

viernes, enero 06, 2012

Mi Susana, que aún me dueles...

Mi Susana, que aún me dueles...


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Hoy hace un año te fuiste hermana mía, hoy hace un año exactamente no volvimos a saber de ti. Saliste a las calles de tu amado Juárez, a caminarlas como siempre, libre, dueña de tu alegría nocturna, sin sospechar lo que ocurriría.
Pienso en esta fecha y me duele el alma, no concibo aún tu partida, porque has dejado muchas cosas pendientes, muchas alegrías se nos han quedado a medias, mucho amor de ése que nos dabas, hoy nos falta.
Quiero contarte, quería contarte hace tiempo, que mi hijo Ulises ya lee, ya leyó tu carta, aquella que le escribiste al momento de nacer y me pediste que se la diera en el tiempo preciso. No sé si el tiempo lo fue, pero el pequeño sintió tu presencia y la felicidad de tu cariño iluminó su rostro.
Yo a veces te encuentro entre mis fotos o te pienso y no puedo evitar llorar. Hay canciones, como en este momento, que me arrancan las lágrimas porque me traen a la mente tu carita contenta y me es imposible evitar este dolor de extrañarte.
Sin embargo, algo en el corazón me dice que hoy estás bien carnalita, hay gente que está allá contigo y te cuida y aprende de tus locuras.
Acá hay quien grita justicia en tu nombre, hay quien pide condenas cargadas de odio y rencor contra los autores materiales de tu deceso, yo sé que tú los habrías perdonado, porque esa era tu forma de ser, por más daño que te hiciera la gente, perdonabas y seguías adelante.
Te extraño Susi y ten por seguro que siempre honraremos tu palabra, tu poesía, tu amor a la ciudad.
Te dejo un fuerte abrazo hermanita y un beso y nos vemos, cuando el destino nos alcance.

Amorosamente,
Zerk M