jueves, junio 30, 2011

DECIDIMOS REÍR


Me veo andando de madrugada, dando tumbos, llorando, solitario, perdido en mi perdición. Me veo ahí tirado a media calle, adormecido, navegando entre mi intoxicación etílica y el delirio de querer desprenderme de la realidad de una vez por todas. Me veo amablemente acompañado por las fuerzas de seguridad, que llegan por decenas y me examinan, me interrogan, me sacan lo poco de efectivo que hay en mi cartera, me amenazan con pasar la noche tras las rejas, me juzgan, me sentencian, me dejan en libertad.
Yo sólo pienso en andar otra vez, en llegar a casa, a alguna casa, aunque mis piernas ya casi no responden y me duelen los tobillos y me duele la calma de mis pesares, pero sigo caminando y es la madrugada una puerta al vacío.
La avenida 16 de septiembre se transforma en Triunfo de la República y mis pasos se detienen frente al periódico. Busco a Ohara, lo llamo a gritos. Sale un guardia y tras observarme en sentido defensivo me reconoce y pregunta por quién preguntó, le respondo y minutos después, frente a mi aparece Ohara.
Platicamos varias horas, aún sigue siendo la noche, hablamos del dolor, de los años que han pasado, del río de violencia por el que hoy navegamos, mejor dicho sorteamos, mientras nuestras palabras se escuchan en tono más maduro, sin permitir que el desencanto nos atrape, decidimos reír, incluso de esta vida que ya no es tan vivida.
Hablamos del amor perdido, de la nostalgia por aquellos amigos ausentes, esos que se marchan por el cambio de intereses, por haberse quitado la máscara; hablamos de los amores que ya no volverán, de los seres queridos que han muerto, de aquellos que murieron mucho antes, cuando la soledad terminó por derrotarlos.
Sale el sol, es claro signo de la despedida, un último cigarrillo, checar las alforjas, delimitar el trayecto y hacer la parada a un camión para marcharme a casa, no sin antes dejar un abrazo a Ohara, mi gran amigo, el señor de la madrugada. Oz.

lunes, junio 27, 2011

Es interesante ver cómo la dinámica en el facebook desenmascara a quienes en la vida real se hacían pasar por amigos y a cambio te oferta nuevas posibilidades para generar alianzas, reconociendo desde el pensamiento a otros, que en el mundo cotidiano tal vez te hubieran o los hubieras descartado de entrada por simple apariencia o por no formar parte de los mismos lugares círculos sociales… algunas barreras se rompen, otras se trasparentan…
***

Re-volver



Volver sin haberse ido es raro, como cuando dejas un coche largo tiempo, así luce la casa, esta mi casa, siempre la tuve frente a mi y dejé de entrar, a veces por miedo a los fantasmas, a veces a que los fantasmas tuvieran miedo de mi.
Pero regreso, porque no hay mejor opción que estar contento, que tener un lugar donde la vida pueda continuar sin irrupciones malditas, simplemente ser, seguir, entenderme dentro de lo que he ido perdiendo, saber porque al perder he ganado, porque no puedo tener los porqués que necesito para seguir y seguir entendiendo que entender es no entenderme... estoy recogiendo este tiradero, la mente, empieza a hacer talacha, chingamusa time pues...

Sing for me mother



Mi madre siempre cantaba por las mañanas. Recuerdo escuchar su voz hermosa, ligera, emocionada, siempre, desde que fui pequeño.
Casi hasta los últimos días de su existencia su voz me despertaba al amanecer. Era la gloria del amanecer y yo sin saberlo.
Ella siempre quiso ser cantante profesional, Rocío Dúrcal, Yolanda del Río y creo que Julia Palma, Estela Núñez, Lucha Villa y Beatriz Adriana, eran sus comadres infaltables.
La música folklórica mexicana tiene sentido para mí gracias a mi madre. Entender la alegría, su voz orgullosa de su mexicaneidad, su picardía e incluso su dolor, de esos que llegan a lo macho.
Todavía me estremece el pensamiento saberle ausente y recordarle, en estas paredes calladas, donde a pesar de la lejanía que nos mantiene el destino, podemos conversar de vez en cuando, ella echa ceniza, alma, eternidad, yo fumando, entretejiento la noche, musitando juntos, en silencio a veces, alguna que otra melodía, de las que solíamos cantar.
Como si la poesía fuera una canción
cansados los poetas entonan, destilan,
se entrelazan con su absurda y taciturna damisela sin encanto,
sienten que les da un aire de malditos desterrados
Hay hombres que pueden conjugar con destreza nuevos poemas
como para ignorar que nunca, de vez en cuando siempre
es el amor la excusa recurrente a su dolor
Supongo que un poco de nosotros se ha perdido y como ocurre con los sueños, sólo dejamos cierto emblema perdurable: Una mirada, el atardecer, la mano que se despide, el abrazo que reencuentra después de mucho tiempo, al volver...
Hay razones para olvidar lo que la mente entiende, días para creer en nuestra mejor manera de crear a través de la amnesia.