Putos Lunes

No hay un día que aborresca más que los lunes, no sé por qué, probablemente porque siempre las semanas comienzan inciertas, no sabemos hacia a dónde han de empezar nuestrosw actos y todo se vuelve un baile de brujas para poder largarme a la calle.
Además, siempre que llega el bendito día, me ocurre algo. Cuando no es la llanta del choche -como fue esta mañana-, es una maldita diarrea, gripa, o pendejadas por el estilo. A lo mejor estoy demasiado sugestionado por odiar este día, pero para coincidencias ya fue demasiado.
En cambio los viernes y sábados esos sí que me gustan, si no, pregúntenme que hacía el sábado a las 2:30 de la mañana en el puente más alto que conecta a la presidencia con la avenida Juárez. Me iba a aventar, jajaja, es tan fácil saltar, pero ya ven como es la gente, se paniquean y más si viene el tren. Según yo, era la oportunidad ideal para irme de ilegal.
Dos días después, obviamente que me ataca la cruda morial y el pánico, puta, si me hubiera aventado, a lo mejor ahorita quien estaría escribiendo este texto sería mi espectro o solamente mis dedos, ya que me hubiera convertido en algo peor que guacareada.
En fin, yo pensé que esos momentos de hacer cosas raras habían pasado, pero parece que no, así que tengan miedo del lobo, dejen de salir a jugar al bosque, jajajaja, just kidding.