¡Urge Asilo!
Mi padre con el amor que le caracteriza hacia mí, el hijo pródigo huevón (que no hace otra cosa más que pasarse de 8 a 13 horas en la redacción de un periódico), decidió correrlo de su casa, ya que el tiempo que empleaba cuando me encontraba en su morada era destinado a intentar escribir algo de poesía y no para labores propias del "hogar".
El problema no era la poesía sino que lo hacía en la computadora que YO he estado pagando y qué malamente él ha utilizado para jugar dominó. Así las cosas. El puerto abre las puertas otra vez a este navío errante.

Si alguien decide dar asilo, les aviso que sólo será por un par de días. Les informo que hace ya algunos meses que no consumo alcohol, tabaco es fuera de las casas; solamente utilizaría el espacio brindado para pernoctar y aseo personal, es decir, sólo pido espacio por unas horas nocturnas. Gracias desdesperadas gracias des (va la botella al mar)