The End of The Happy End
Cuando fuimos Norma y un servidor a ver Circuito Cerrado [My Little Eye (2002)], lo hicimos movidos porque una pareja de amigos con la que habíamos quedado para salir, ya le había dado la vuelta a casi toda la cartelera.
Así que resignados, sin saber de qué demonios se trataba la película, dejamos para después a Jack Nicholson y nos metimos a la sala 4, en la última función de domingo.
La cinta, sin duda agradará al venerable Solzimer. Dirigida por Marc Evans, este intento de película de terror fue escrito por David Hilton y James Watkins, quienes al no tener nada útil que hacer, se pusieron a plagiar todo lo que haya sido éxito en la pasada década.
La película gira entorno a cinco jóvenes (muy a la onda –MTV-FastAndTheFurious-), que son seleccionados para formar parte de un reality show a transmitirse por internet.
Sí, se trata de otra de ésas películas en las que se toca el mega explotado tema del reality show.
Total que los pelaos tienen que pasar seis meses encerrados y si logran su objetivo se ganan un millón de dólares, pero ¿qué creen? Pues no ganan.
Resulta que aquí empieza a desaburrir la película (ya que sus primeros 40 minutos son de mega hueva), y ahora sí, viene el plagio a su máxima expresión.
Manejos de cámara a la Blair Witch Project, actitudes del asesino de Copycat, intenciones sádicas a la 8 mm, complementan este ciberconcepto de big brother snuff, que termina por matar de aburrimiento hasta la mosca más jodona.
Disfrútenla, no olviden llevar una buena almohada o una aturrada con todo el material que este a su alcance, para que sus sentidos extra sensoriales capten los mensajes ocultos de la trama mona.
Después de todo, el final de la película es bueno, el final del final feliz, no hay ganadores, es lo único que puedo alabar de esta película y que la salva de caer de mi gracia, es que no hay héroes ni villanos, bueno sí hay, pero se les van de las manos al director y al final, todo se convierte en un hermoso armagedon.