viernes, julio 09, 2004

Si ya tienes claro el rumbo (No poema 2)

Escúchame hermano, mantén atención
cuando se cierren tus párpados a lo que habré de revelar
así como tu puta
al momento del orgasmo
emergió un alarido madre
yo te digo:
eres creación,
engendrado, no deseado
un vocablo sin sustento
con la misma facultad del padre
hecho descalificador del acto
tu en mí, solo yo
cualquier osario pierde sentido
en esta sidra divina
mantengámonos sedientos y sobrios
del convencimiento ruede una lágrima
es la fe
dejarse caer al error
reivindicar la rabia en labios
deseos de sofocar el habla
y respirar amargo el sopor de la salvación.

Háblame entonces de la ruina
nada de lo que tuviste te viste
entonces es la vida una virtud agusanada
y con todo en contra nos recibe con orgullo
esta consideración final,
tu última ocasión para ultimarte.
Seca la garganta ya, ahoga la palabra.

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