martes, marzo 09, 2004

El Regalo Perfecto


Pues nada que las féminas, siempre casi nunca sumisas abnegadas (¡madres!) luchadoras, víctimas y neo luchadoras sociales que se quedaron ayer con la boca abierta cuando se enteraron de la renuncia del hasta entonces Procurador de Justicia del Estado de Chihuahua, Jesús José Solís Silva.
La renuncia del polémico procurador a quien en más de una ocasión se le vinculó con el crimen organizado, fue tomada con beneplácito por la mayoría de los sectores de la sociedad de la región chihuahuense, al menos para acá en el lado norte, donde los dimes y diretes en cuanto a la participación delictiva de los elementos de la corporación a su cargo, era el pan nuestro de cada día.
Y es que la aparición en la esfera institucional del ‘Chito’ -como se le llamaba a este personaje poco celebre dentro de la vida de los chihuahuenses-, no fue tomada con buena gana desde que inició su función como procurador, sustituyendo a Arturo González Rascón, a quien por cierto le quedó grande el puesto en aquel primer nombramiento, al inicio de la gubernatura de Patricio Martínez García.
Pero un nuevo y escandaloso hallazgo de ocho cuerpos de mujeres en un campo algodonero en la zona semiurbana de Ciudad Juárez, sembrara el terror en la ciudadanía.
Ante la escasa popularidad del entonces procurador González Rascón y la carencia de resultados, recordemos que de ese hallazgo se inculpó a dos chóferes de autobuses urbanos, de quienes ni el mismo diablo diría que fueron los asesinos de mujeres, y que por cierto, uno de ellos ya murió, bajo extrañas circunstancias en el penal donde purgaban su condena.
Pues bien, el Chito Solís, ocupó la silla de la PGJCh el 7 de enero de 2002, justo tres meses después de que se dieran los hallazgos, y llegó con la misión de tranquilizar las aguas.
Pero otro lamentable acontecimiento vino a empañar la procuración de justicia estatal: la vil ejecución del licenciado Mario Escobedo Anaya, defensor de los presuntos culpables de los asesinatos del campo algodonero, asesinato que, por si fuera poco, ocurrió a manos de los mismos elementos de la policía judicial del estado, quienes a los cuatro vientos gritaron que dispararon repeliendo la agresión del abogado.
Luego de un par de semanas de protestas el asunto, misteriosamente quedó congelado y en la memoria del colectivo popular, la muerte de tal profesionista quedó en sólo eso, una muerte más.
Luego vinieron más ejecuciones y desapariciones, no solamente de hombres presuntamente ligados al narcotráfico sino de los mismos elementos de la policía municipal. Esto sin dejar de lado la aparición de cuerpos de mujeres.
Lo que parecía era la parte culminante para terminar con la gestión del Chito, fue el descubrimiento de una narco fosa en un sector habitacional distinguido. Allí fueron ‘cosechados’ once cadáveres, todos ellos atribuidos al narcotráfico.
Sin embargo, la información dio un vuelco, cuando se supo que la mano ejecutora de tales crímenes, eran los mismos elementos de la policía judicial del estado, algunos de ellos, de los mismos que dos años atrás habían alegado defensa propia contra el abogado Escobedo Anaya.
Pero aquí no paró la cosa. La verdadera gota que derramó el vaso fue la salida a la luz el 25 de febrero del año en curso de una red de prostitución de menores, dirigida nada menos que por el entonces subjefe de Averiguaciones Previas, Héctor Manuel Lastra.
Los resultados saltan a la vista, tarde, pero se dan como consecuencia de esta despotricada falta de sensibilidad social, de despego a los niveles más ínfimos de lo que significa la ética de servicio y sobre todo, a la falta de compromiso para con un pueblo cansado del embuste y la tranza que se realiza ya no sólo debajo de la mesa, sino ahora hasta de forma descarada.
El lugar de Chito vendrá a ser ocupado por Antonio Piñón Jiménez, que a su vez será el tercero en ocupar el tan poco valorado puesto en la actual administración de gobierno estatal.
De las voces que se han alzado hasta el momento, todas han sido contundentes en cuanto a su regocijo por la salida del Chito, incluso hay algunas que ya piden sea investigado y le hagan un juicio político.
Pero mientras el tiempo transcurre, este es el único cambio que se ha visto en la Procuraduría, donde permanece el mismo equipo de trabajo.
Por otro lado, no sería nada malo que la renuncia del hoy ex procurador sirviera para que en otros grupos e instituciones comenzaran a rodar cabezas, por ejemplo, en las organizaciones no gubernamentales, donde la pestilencia del manejo en algunas de ellas ya tiene impregnada la conciencia de la ciudad del crimen, este punto apartado donde por ratos olvidamos el dolor nunca se olvida.

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