lunes, agosto 22, 2005

Plastilina Neck... Mosh mosh!


¿Qué le pasa al cuello de las mujeres? ¿Estará hecho de un material de menor calidad al del resto del cuerpo? ¿O es acaso que los hombres tenemos el cuello más fortalecido por las deferencias que tenemos que realizar al momento de besuquearnos con nuestras chaparronas adorables?
Esta serie de preguntas -en apariencia intrascendentes-, me vienen a la cabeza porque no conozco un caso en el que, una amiga, conocida o compañera de trabajo, se halla vista inmiscuida en un percance vial y al día siguiente aparece con un collarín.
Además de incómoda y en verdad poco deseable, esa pieza, paradójicamente, se ha convertido en un artículo de primera necesidad en el mundo moderno femenino.
No sé si se trate de un cliché, o tal vez de algo que ocurre en las mujeres, como la menstruación, pero a veces he llegado a pensar que las chicas disfrutan portando ese artículo.
A lo mejor tiene que ver con la baja autoestima, digo, el hecho de observar a una persona conocida "lesionada", obliga de manera automática a la clásica pregunta del: "¡¿qué te pasó?!", como si fuera poco el ser imprudente en las técnicas del manejo, hay chavas que todavía portan orgullosas esas preseas a la estupidez.
No quiero generalizar, pero la mayoría de los casos así ocurre, de hecho, antes de escribir esto, platique con algunas amigas que han sufrido verdaderos accidentes por la imbecilidad de alguien más al volante y me han comentado que lo que menos ganas les han quedado de repetir es la experiencia de ese collar.
Entonces díganme ¿cuál es la fascinación por portar tal implemento ortopédico? ¿Será que las nenas creen que se ven otro pedo y que les da cierto caché?
Si alguien tiene la respuesta, explíquenme, porque en estas vacaciones sin quehacer, ya no sé ni qué creer, aunque bueno, pensándolo bien, estoy considerando con suma seredad utilizar mi bastón de aluminio (el que utilicé hace un par de años, cuando me lesioné el tobillo), para andar cual catrín por las pestilentes calles de la zona centro...

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