jueves, octubre 28, 2004

Rats attack!




Uno de los temas que me han traído intrigado y entregado a seguir el curso de su desarrollo, por lo curioso que resulta, es el de las ratas de Atascadero. Para quienes no saben de que se trata el asunto, aquí les hago un breve recuento.
Todo comenzó hace como un mes y medio, cuando una nota en el periódico me arrancó una carcajada por lo absurdo que esta parecía. La cabeza de la información rezaba algo así como: "Se solicitan gatos para matar ratas en Atascaderos".
En un principio pensé que se trataba de una broma, en esto contribuyó mucho el estilo del reportero que le tocó narrar, ya que casi parecía plantear una fábula que difícilmente podría tener cabida en el mundo real, pero conforme fui avanzando me di cuenta que se trataba de algo serio, tan serio que aún ni los especialistas en plagas han podido controlar.
Atacaderos, pueblo serrano ubicado en el municipio de Guadalupe Calvo, a poco menos de 500 kilómetros de la capital del estado de Chihuahua, ha pasado a la fama, gracias a la plaga de roedores que llegó hace un año y medio al poblado, y que ahora las autoridades calculan sumen ya el medio millón ratas.
Y es que el reclutamiento de un ejército de gatos para combatir una plaga de chingomil ratotas no fue suficiente para darles matarilí. Comentan los compañeros que los mendigos roedores ya están agarrando tamaños desproporcionados a los que solemos encontrar en la ciudad y en una de esas, se andan dando al tú por tú con los parientes del Rey León.
La plaga de roedores que azota el pueblo de Atascaderos, -lugar que hasta hace unas semanas la mayoría de los chihuahuenses desconocíamos su ubicación y hasta su existencia-, ahora está en boca de varios países entre los que se cuentan Francia, Estados Unidos, Canadá y Australia, que de alguna manera han manifestado su preocupación por el fenómeno.
Sin embargo, luego de realizar diversos estudios en el poblado, la comisión interdisciplinaria que se formó para combatir la plaga de ratas que aqueja esa comunidad, determinó que es difícil de erradicarla, por lo que señalaron que los pobladores tendrán que aprender a vivir con el raterío.
Bendita manera de solucionar los problemas, chínguense, a ver cómo le hacen, total, no pasa de que los poco menos de mil habitantes -quizás sean menos 500-, terminen siendo devorados por los ratoncitos o en el mejor de los casos, juntos funden una nueva forma de vida en la tierra, un híbrido hombre/roedor (¡zas! Este rock and roll parece ideal para hacer una introducción a las historias de Speedy González o Súper Ratón, o ya de chingazo del Ratón Crispín).
Por lo pronto, los inútiles.. digo, los especialistas encargados del embrollo han anunciado que en los próximos días se pondrá en marcha una tercera etapa de acción en ese poblado, que consiste en la utilización de un nuevo veneno denominado "Warfina", que se supone es más efectivo que el que se usó recientemente, pese que actúa entre tres y 12 días después de su consumo.
La primera etapa contra los ratones consistió en el fallido ejército de gatos, la segunda en una fumigada calibre chingue a su madre el que se mueva, pero que a la mera hora resultó un pot party para las ratas, dicen que a las cabronas se les saltaron y encendieron más los ojos y allí andaban por el pueblo con los oclayos rojos, rojos, pachecotas.
Pues por lo pronto ya lograron identificar a dos tipos de ratas que andan por Atascaderos: las blancas y las negras (jajajaja, no es broma, se publicó este dato revelador), perteneciendo las morenazas a la clase noruega y las güeras a la estirpe de "ratus-ratus".
Pues bien, esta historia que parece un cuento de terror sacado de la inventiva de aturrado como HP Lovecraft, está ocurriendo en el estado grande, un asunto digno para enmarcar las celebraciones del Halloween, ya luego les contaré cuando tengamos el primer contacto y aprendamos las primeras palabras en idioma roedor, aunque dicen por allí, que ya dos tres politiquillos se están apuntando para hacerle al Malinche (traductor) a ver qué pasa.

3 comentarios:

edilberto aldan dijo...

El viaje le ha hecho bien, he disfrutado de sus entregas de tono periodístico. El de las ratas en Atascadero da para más. Siempre un placer leerlo.

Arevalo dijo...

Deberían probar con lechuzas y tecolotes, que son los predadores naturales de la rata. Los gatos le temen al tamaño de esos roedores y de hecho, prefieren animalillos como ratoncitos, pollitos, o el panecito que dejas en la mesa y cosas así.

ZM dijo...

El problema es que hubo un uso indiscriminado de pesticidas y venenos lo que provocó que se perdieran parte de los animales que forman parte de la cadena alimenticia natural, entre ellos, las lechuzas, coyotes, eprrros salvajes y no sé que otros animales, claro, excepto las ratas que se pusieron más rechonchas...