jueves, octubre 28, 2004

Está de la changada


En la víspera de la navidad del 2001, si mal no recuerdo, el 23 de diciembre, una mujer que salía de un bar cayó muerta por las balas de un rifle de asalto de los conocidos como "cuerno de chivo', cuando permanecía en el umbral del antro junto a otras tres personas que también resultaron heridas de gravedad.
El hecho, como suele ocurrir en estos casos, consternó a la comunidad fronteriza, mmhh, digamos, un par de semanas. Se trataba de la muerte de una mujer más, en esta tierra estigmatizada por la pérdida de nuestras féminas, pero a la par, quedaba una vez más establecido que la impunidad seguiría prevaleciendo en las calles de la frontera.
El bar-discoteca donde ocurrió tan lamentable hecho era La Changada. El autor intelectual (presuntamente material) no era otro que un narcotraficante de nombre Felipe de Jesús Machado, que a la postre fuera acusado de haber matado a su esposa y dos mujeres para luego sepultarlas en el Valle de Juárez.
Afortunadamente la captura de este multi asesino se dio en los Estados Unidos desde el 10 de septiembre de 2003, aunque luego fue trasladado a las cárceles mexicanas.
Pues bien, hace un par de semanas que me encontré con la noticia de que La Changada, que hasta hace unas semanas había permanecido clausurado, volvió a reabrir sus puertas.
Nuestra ciudad adolece de una memoria cada vez más corta. El acontecimiento de la balacera que protagonizaran los antes mencionados no fue sino una consecuencia de lo que meses atrás venía ocurriendo en ese antro.
Las rencillas, persecuciones que partían de ese lugar y culminaban en los estacionamientos o calles aledañas (lo aclaro porque luego se me confunden) dando como resultado un sinnúmero de lesionados por las trifulcas y vendimias que se generaban al interior del bar, que eran un secreto a voces que nadie se atrevía a revelar a la luz pública, no fue sino hasta que el asesinato de personas inocentes llegó a consumarse, que las autoridades decidieron tomar cartas en el asunto.
Pero la justicia parece un juego y en esta ocasión las cartas dan la impresión de haberse perdido, ya que lejos de clausurar definitivamente tal lugar -como se había anunciado a los cuatro vientos cuando tan lamentables hechos ensombrecieron las fiestas decembrinas-, La Changada, no solamente volvió a abrir sus puertas, sino que ahora hasta se dieron el lujo de cambiar de nombre (ahora es El Chang's) y colocar un logotipo de un simio sonriente a su entrada, justo en el lugar del ataque, como una constancia de lo que las palabras impunidad y desinterés vienen a significar en nuestra frontera.

1 comentario:

ZM dijo...

No mamen, se sobre entiende que las persecuciones tenían inicio en el lugar y de allí se desprendía el pedo, no me vengan con mafufadas, Schroeder te cagaste con ese comentario de que se perseguían entre las mesas como si fuera una película de Capulina. Cabrón. (jajaja).