miércoles, enero 12, 2011

A mi amiga, texto escrito en aquellos años en los que compartimos amaneceres plenos de lectura y bohemia... en el Juárez que ella amaba.

SUSANA LA NOCHE


De este dolor que no es mío
puedo compartir un par de lágrimas
escribo de aquellas tuyas que me dejaron escuchar
cuando llamaste mayo el nombre de esta angustia

Susana, Susana y el aire versos largos no renacen
delirante evasión de las mañanas
calle o avenida solo caí de mis pasos
a este tu dolor inmerecido
arranqué así las pestañas del otoño
augurios jamás de esta canción encontraron
destino improvisado o pretexto
para llamarle a tus ojos noche.

Amiga de todos los que hoy no están
Susana, Susana y el aire
partiéndote siempre el corazón
qué te pueden decir estas palabras
que no hayan recorrido tus andares.

Sangre es el amor Susana, la ciudad,
sangre como el odio que se lleva entre las piernas
ventana que da paso y cede entre rendijas
ojo dé de Dios está visión
al ciego camino perpetuo e interminable
que a media luz fue tu abandono.

Deja la ciudad atrás Susana, déjala
que el mundo viva su guerra
que los niños de la calle sigan matando su muerte
date cuenta espíritu mío amado que esta luz es despedida
siempre bella en las entrañas de la tarde
unas palabras para no acordarse bastan
que uno siempre recuerda lo que creemos es olvido.

Alguna vez dejamos atrás el anochecer Susana
me entregaste el aire, magia y desencuentros
la ciudad Susana, es la ciudad,
la que nos marcó por siempre
estos indicios de nostalgia.

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