Por la mañana me despertó el encendido automático de la televisión y en el canal sintonizado, cuando el gobernador de Chihuahua, Patricio Martínez García, en su programa semanal, realizaba airadas declaraciones en torno al caso de los Asesinatos de Mujeres en Ciudad Juárez.
Medio apendejado tovavía por la desmañanada, me levanté a prepararme unos Froot Loops, mientras escuichaba al ejecutivo estatal despotricar sobre ya tan gastado como irresoluto tema.
El gober llamó "Marchas Grotescas" a las manifestaciones de grupos ciudadanos inconformes con la seguridad social en el Estado Grande, asegurando que estos convoyes humanos podrían estar siendo manipulados por intereses políticos. Gober, dígale eso a unos padres que perdieron su hija en una tarde cualquiera y que sólo volvieron a saber de su descendiente, hasta que fue encontrado muerto con signos de violación y tortura.
Sin embargo no se ha descartado esa posibilidad que el ejecutivo menciona; quienes saben del tema en la ciudad, consideran que un grave manipuleo político podría ser factor del entorpecimiento de las investigaciones.
Empero, esto no se puede constituir como una excusa para encontrar a los verdaderos culpables. Digo los verdaderos, porque en todo Chihuahua tenemos muy identificado el concepto de Chivos expiatorios, es decir, aquellos miserables que pagan injustamente por los crímenes cometidos por otros, pero que estuvieron en el lugar y la hora equivocada.
"En Ciudad Juárez no existe nada más un problema de mujeres, existe un grave problema de homicidios que no han sido esclarecidos", dijo.
Dice Patricio Martínez que el problema de las Muertas de Juárez, no es un problema de género y apunta hacia las instancias federales, señalándoles su incapacidad para resolver más de mil homicidios a hombres, cometidos en la última década por cuestiones de narcotráfico.
Nada más que hay un pequeño detalle, en las miras del crimen organizado, los hampones se rigen por sus propias leyes y se ejecutan unos a otros, no implicando a terceros, claro, esto no constituye una regla.
En todo caso, el problema residiría en que la droga corre a mares por las calles juarenses y con ello, se ha incrementado el número de adictos -segúndo lugar a nivel nacional, según estadisticas de los Centros de Atención Juvenil-, lo que a la postre, es una bomba de tiempo que estalla lanzando en sus esquirlas, adictos que comenten delitos urbanos como robos y asaltos a mano armada, llevándose vidas inocentes.
Pero con un sistema penal tan deficiente, a lo único que puede aspirar el ciudadano honrado, es que los adictos con la malilla salgan por una módica fianza o pasando unas horas en la cárcel y ya en el colmo de los colmos, ni siquiera pisando las celdas, ya que pasando una mordida o cuota, se vuelve a la chamba.
Martínez García habló también sobre lo declarado por el Presidente de la República, Vicente Fox Quesada, en el sentido de la designación de un fiscal especial para los casos de las Muertas de Juárez.
Irónicamente nuestro gobernador señaló "que no lo manden solo, que le den recursos", lo cual desde un punto de vista tiene lógica: Durante los últimos dos lustros ha sido más la faramalla que la acción real de los gobernantes en torno a estos hechos. No hay culpables que convenzan a la opinión popular.
"Yo le pregunto a los ámbitos federales, con toda cortesía y con toda razón: vamos entendiéndonos, y en primer lugar les hago una pregunta: ¿Cuántos homicidios han sido esclarecidos por la Procuraduría General de la República o por las esferas federales? ¿O es que en la competencia federal no existe el homicidio?", dijo.
"Bienvenida la ayuda, bienvenido el comisionado, pero que nos digan con cuántos millones viene, porque si viene nada más a hacer señalamientos, a regañarnos, a echarle gasolina al fuego, a dar hiportésis absurdas, tontas, novelescas, como la del tráfico de órganos, hombre, muchas gracias, va a ser bienvenido, pero no va a ser la solución", añadió.
Lo cierto es que en Ciudad Juárez se requieren acciones verdaderas, no planes estratégicos ni buenas intenciones y es necesario empezar desde la educación en la casa, el fotalecimiento de los vínculos familiares y la comunicación ¡Ay puta comunicación entre padres e hijos, por piedad ya vuelve al hogar!.
La ingenuidad nos absuelve de equivocarnos
que cada uno aporte lo que sepa
te hicieron pan y ahí te consumimos
y la venganza es un trasto tan inútil.
Héreoes del Silencio, Iberia Sumergida.
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