"...le voy a la Paz"
En la protesta-plantón banda a pesar de tratarse de muy poca raza la que participó, había de todo, activistas de hace varios años y raza que apenas tiene sus primeras incursiones en ese trip; entre los experimentados me encontré al escritor Willy Delgadillo, inmortalizado ya en los anales de la historia cultural juarense por su encadenamiento a las afueras de lo que era la sala del INBA, allá por los inicios de la década de los 90, cuando parece que había mayor grilla, y por ende, mayor movimiento cultural en la raya fronteriza.
Bueno, decía que el gran Willy podría ser uno de los pocos intelectuales activistas que quedan en la ciudad, quizás puede haber otros que apoyan pero desde su trinchera, pero el Willy es el único que da la cara en marchas y pedos por el estilo, eso es chido porque dentro de este pinche lugar pasa muy poco, al menos de este lado en el que estamos asentados, llamado en mis ratos de enfado "Ciudad Guarrés".
Pero probablemente se trate de un receso pasajero -el de la abulía de la raza "intelectual'-, ojalá que así sea, de lo contrario habrá que quemar bibliotecas y cantinas por igual en este reducto espacio, para ver de qué manera podemos reinventar la cultura de la Ciudad del Crimen, ya de por sí jodida ante el ojo extraño, pero solamente en apariencia, ya habrán otros apuntes sobre raza que sí apoya - y no lo digo yo sino los años-, este desmembrado movimiento cultural.
Ah, todavía sigue en mi cabeza la tonadita que manejaban los protesteros "Yo no le voy, le voy a la guerra, yo si le voy le voy a la paz", sólo que a mi nunca me dio por el carnaval, pero apuesto esta ruleta sangre, corazón y alma.
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