Sing for me mother
Mi madre siempre cantaba por las mañanas. Recuerdo escuchar su voz hermosa, ligera, emocionada, siempre, desde que fui pequeño.
Casi hasta los últimos días de su existencia su voz me despertaba al amanecer. Era la gloria del amanecer y yo sin saberlo.
Ella siempre quiso ser cantante profesional, Rocío Dúrcal, Yolanda del Río y creo que Julia Palma, Estela Núñez, Lucha Villa y Beatriz Adriana, eran sus comadres infaltables.
La música folklórica mexicana tiene sentido para mí gracias a mi madre. Entender la alegría, su voz orgullosa de su mexicaneidad, su picardía e incluso su dolor, de esos que llegan a lo macho.
Todavía me estremece el pensamiento saberle ausente y recordarle, en estas paredes calladas, donde a pesar de la lejanía que nos mantiene el destino, podemos conversar de vez en cuando, ella echa ceniza, alma, eternidad, yo fumando, entretejiento la noche, musitando juntos, en silencio a veces, alguna que otra melodía, de las que solíamos cantar.
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