Para los anónimos

No sé qué está pasando últimamente, en la ciudad hay un grupito de idiotas que constantemente entra a este blog a joder el alma y ni siquiera es de manera propositiva, lo peor del caso es que lo hacen de manera anónima.
Esto último no tendría la mayor importancia si al menos existiera coherencia entre sus reclamos y su ortografía.
Me da pena que mentalidades tan limitadas tengan un teclado frente a ellos y no sean capaces ni siquiera de conjeturar una oración. Pena y lástima porque no son capaces de decir quienes son, no tienen los suficientes pantalones para ponerse frente a mí y hacerme sus “aportaciones” sobre lo que este espacio les representa.
Lo que más me encabrona es que no tienen los huevos para decir las cosas de frente, cuando me los he llegado a topar agachan la cabeza o simplemente se hacen los que no me conocen, cuando de siempre están pendientes a lo que aparece en este portal.
Una cosa más: aténganse a las consecuencias si es que llego a verlos, les voy a partir toda su madre uno a uno o en bola, al cabo hace rato que no peleo y vieran las ganas que tengo de llenarme los puños de marcas dientes, lágrimas y lamentos.
La verdad me caga la madre que sean tan pendejos y cobardes, pero ya no estoy dispuesto a seguirles el juego, por mí pueden seguir usando el tag y meterse las palabras por donde los parió su inoperancia verbal, me retiro de esta batalla contra molinos de viento. Señores pueden seguir diciendo las estupideces que gusten, porque por el momento tengo cosas más importantes que hacer. Ofrezco una disculpa para los demás que visitan esta página y que no tienen nada que ver en el asunto, que aunque no es nada nuevo, termina por hacer perder la paciencia al más cuerdo.